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martes, 25 de mayo de 2010
No me quiero desvanecer...

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sábado, 22 de mayo de 2010

Tengo una canción que no se quiere ir de mi cabeza.
-¿Quién la canta?
No tengo la menor ideaCursiva.
-¿Qué dice la letra?
No lo sé, está en otro idioma.
-¿Es conocida?
Yo la conozco, ¿sirve eso?
-Tararéala
Na na na na na..a na na na na na naaaa

Tendrá algo
y es por eso no quiere desaparecer
o tal ves me da algo y por eso no la quiero dejar ir...

Bocas sordas

martes, 18 de mayo de 2010
Quizás me regalaran penas, consecuencias y sermones donde muchas veces se oirá la autoridad o las insignificantes palabras de sabiduría.

Qué saben ellos de lo que se oculta entre estas líneas;
qué saben ellos de la ponzoña que corre por mis venas
que arde tiernamente mientras camina, que lastima mientras muestra su bella danza en las raíces de mi piel.

Déjame flotar, déjame dormir con los ojos abiertos,
déjame florecer en esta tierra infértil,
déjame llorar teniendo el alma alegre.

Son años de sequía, son años de masivas lluvias;
a pesar de eso, mis pies jugaban y giraban.

Sí, ellos jugaban a jugar.

El otoño ya da calor, el viento helado es éxtasis en mis mejillas. Ahora puedo viajar más rápido; la luz del sol muestra un día para dar un paseo.
Viajaré contigo, sin escuchar el griterío del invierno.
Viajaré contigo, como tú bien lo dices, a otra dimensión.

Ellos no saben cómo se escriben estas historias, ellos no conocen las notas de aquella sinfonía;
sólo hablan entre gritos sin sentidos cuando yo les respondo con una eufemística sonrisa.

Detengan la discusión de esas ciegas lenguas, ya que igual me beberé esta locura;
la locura que una tarde de primavera ellos me dejaron entre mis manos, cuando para mi el verano era gris y para ellos la oscuridad era primavera.

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lunes, 17 de mayo de 2010
Y el hombre dijo nuevamente:
- Hablen con sus personajes.
Y la Señora Sunz aún no quería conversar.

¿Porqué no quiere decirme su historia?
sólo sé, que no quiere aportar en la supuesta muerte...

Hedonismo

viernes, 14 de mayo de 2010

Jugando con las manos

Jugando con las manos
comienzan a correr entre los montes;
temen pasar el límite donde
la cordillera hace un alto.

Las aves aparecen
las hojas vuelan
y el río acelera su curso
y las mariposas se creen sirenas.

El río se evapora
dejando formas en el aire;
aparece la lluvia
y el vértigo se apodera de los males.

Una y otra vez
quiere caer;
la lluvia caerá
una y una vez más,
con tal de gritar.

Una copa de mariposa
se han bebido
y el juego de manos
nuevamente ha comenzado;

Si supieran lo que la tierra siente
cuando comienzan a correr entre los montes,
desearían beber un poco más
y dejar que observen el mar.