Jugando con las manos
comienzan a correr entre los montes;
temen pasar el límite donde
la cordillera hace un alto.
Las aves aparecen
las hojas vuelan
y el río acelera su curso
y las mariposas se creen sirenas.
El río se evapora
dejando formas en el aire;
aparece la lluvia
y el vértigo se apodera de los males.
Una y otra vez
quiere caer;
la lluvia caerá
una y una vez más,
con tal de gritar.
Una copa de mariposa
se han bebido
y el juego de manos
nuevamente ha comenzado;
Si supieran lo que la tierra siente
cuando comienzan a correr entre los montes,
desearían beber un poco más
y dejar que observen el mar.
0 comentarios:
Publicar un comentario