Brillo

domingo, 21 de noviembre de 2010
Amiga, tú me dijiste que era normal
que sólo quería ser yo, que no debía llorar
que te daba pena verme así...
Me entendiste, me acogiste
sabías que me dolía esta cotidiana situación...
Pero hoy, tengo que decirte que
vi lo que quería ver,
lloré, pero de felicidad...
Vi el brillo en sus ojos, vi esas luces
de las que el celo me enloqueció,
pero ese brillo era para mí...
Lloré de emoción, amiga fue lo más bello
amiga, era lo que deseaba.
Parecía irreal, por un momento dudé... pero
eran sus ojos, sus manos, que me decían
Parecía un sueño, y yo ruborizada...
tan nerviosa, tan tiernamente embobada.
Amiga, lo hizo... abrió sus ojos para mí
me mostró su amor en ese abrir y cerrar de pestañas,
amiga, él sin querer me hizo un regalo.
Eran sus mariposas amarillas
Eran sus luciérnagas... Estoy segura de que él no sabe,
no se dio cuenta, no descubrió que me hizo la vida feliz.
Hoy duermo con una sonrisa.

Envidiando ... algo

lunes, 15 de noviembre de 2010

En primer lugar, no quiero ver tu (¿engañosa?¿fingida?) cara una vez más. Eres la nueva Valentina de mi vida, pero creo que Valentina era más suave y linda; sí, la verdad quería ser como ella, tan linda, tan pálida, con largo y liso cabello; sí, como ella, hubiera sido lindo ser... superficialmente hablando, claro.
Pero tú, me hastiaste. He llegado a la conclusión que es envidia toda esta obsesión... Pero (la gran pregunta) ¿envidia de qué?. La verdad que prefiero mil veces la obsesión por Valentina que por ti; ella es una utopía (a pesar de que no tenía mi libertad ja- ja- ja) y tú eres un ser irritable.
Odio tus fotos, tu caminar. Cuando hablas más te odio (a Valentina no la odiaba...), cuando te sientes admirada y lo publicas, te odio el triple. Me altera ver tu nombre en mi correo electrónico.
Quizás lo que envidio de ti es tu seguridad, característica que siempre me ha faltado y tengo confirmado, que siempre me faltará o tal vez, tu cara angelical... !No¡ paf, por favor deja reír.
Tengo que analizar esto o sino me volveré loca; pensemos... Tengo bonito pelo ¿eso sirve?, poseo una creatividad brillante (comparándola con la tuya, obviamente), creatividad que tú la buscas para fines personales ... o sea, te conviene hablar conmigo (bésame los pies, ¡ja!).
Crees ser el centro de atención, pero sólo lo eres cuando abres y cierras los ojos luciendo tus pestañas... Si me muestras un poco de humildad, quizás te vuelva a hablar, por ahora no lo haré... no me gusta odiar a las personas.
No te miro, no te escucho, te evito... por mi bien y por tu estabilidad. Por mi salud mental y por tu ... no sé que.
Además, si unos le da mucho festival a una persona es porque esa persona le importa y eso no quiero; me quiero a mí, no a ti.
Valentina era femenina, algo que hacia que la admirara, era pura, limpia, dulce; envidiaba su belleza, pero tú eres estresante, sólo me descontrolas y me enfureces.
Con todo esto concluí que tengo más onda que tú; mis pensamientos son más sicodélicos que los tuyo, son de colores, aromas y mariposas; y tú sólo buscas miradas.
Gracias por hacerme envidiarte, ahora sé quien soy e hiciste que me amara más.
Sí, muchas personas me han dicho las cosas bellas que tengo, aparte de mi descapotable y mi unicornio rosado, y nunca las consideré; y ahora que mi autoestima se ve en el suelo por tu actitud, esos comentarios hacen que me ruborice. Sí, acepto estos comentario, pero no lo grito a los siete vientos para que todos sepan lo genial que soy (ridícula).
Repito, ahora me valoro y veo en el espejo lo simpática que soy.


Rococó

miércoles, 10 de noviembre de 2010
lunes, 1 de noviembre de 2010
Dime qué hago ... esto me atormenta
Dime qué hago ... no quiero que asumas mis consecuencias
Dime qué hago .... estoy involucrando a tantos por mi culpa