Sin título

sábado, 25 de diciembre de 2010
Han pasado cinco años o tal vez más; en este bosque sólo quedan fotografías en mi mente de la que fui. Una niña que jugaba entre los jardines y corredores del palacio, con las manos escondidas en su brillante vestido, mientras pequeñas huellas de barro del bosque lo decoraban esperando un reclamo. Entre luces y risas se encontraban mis ojos cada noche; bellas danzas veía en el gran salón, aromas frescos de frutas (manzanas, frutillas, duraznos) y música con dulces melodías que aún me acompañan en esta soledad. Cada noche al mirar la luna, se vienen a mi mente aquellos sonidos y en la laguna que decora este enorme jardín, veo la forma de las personas bailando bajo las estrellas. Bellos recuerdos que ahora no son nada; sentimientos perdidos, rostros de personas que alguna vez fueron importantes para mí, extraña nostalgia al escuchar el piano en el teatro del cercano castillo, y la suave voz que repite mi nombre al caminar junto a las hadas, es lo que me acompaña para recordar lo que fui; sólo un nombre, una palabra, que al decirla, me abraza y me recuerda quién soy: es la que une mis dos vidas. Lágrimas sin sentimientos, sin un sol que me acompañe.
Desde mi último juego en el gran bosque, mi vida anterior fue borrada, mientras mi sangre corría entre los labios de Alice; sólo el brillo de sus ojos da luz a mis oscuros días. Ya no queda nada en mí alrededor, sólo recuerdos entre las noches.
Mientras mi cuerpo, aún joven, lleva décadas de experiencias, luchas, lágrimas y soledad. Seguiré esperando, entonces, y recordando aquel nombre, Mahila, que me lleva a buscar cual es mi nuevo sentido para vivir, para seguir en pie; mientras mis colmillos luchan por un poco más de ese jugo rojo que se convirtió en su preferido.
jueves, 23 de diciembre de 2010
grrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr... ¡RABIA!



egoísmo.

(Del lat. ego, yo, e -ismo).

1. m. Inmoderado y excesivo amor a sí mismo, que hace atender desmedidamente al propio interés, sin cuidarse del de los demás.

2. m. Acto sugerido por esta condición personal.




Ojo con el latín


(...)

miércoles, 22 de diciembre de 2010
Entiende que te odio.
Odio en lo que me has convertido, los seres felices no existen.
Odio caminar aferrada a tu mano.
Odio que me hagas reír y, en un cambio brusco, llorar.
Odio que me hagas soñar y luego que mi mente me apuñale con imágenes oscuras.
Odio como juegas y yo mientras me mortifico en las alegrías.
Odio gritar jealousies cuando yo me emociono con tus días felices.
Odio, me odio, te odio... Los odio.
Sí, ellos siempre tuvieron la culpa... la culpa de que me imaginación sea tan fértil, que quiera vivir en un mundo que no es mio, que crea que en tus besos pueda salir de órbita...
Y tú, culpable de que te ame tanto... amor que no es amor... amor extraño, amor de cuentos de hadas, amor fugaz, amor torturador, amor maldito, amor de canciones...

Odio que ame ser una molécula, sustancia, esencia, un mosaico de ti.
Odio ser tan feliz con sólo mirar tus ojos.
Odio disfrutar cuando fantaseo con tu compañía.
Odio desear que sea eterno.

segundos ... Dramatismo

martes, 14 de diciembre de 2010
Si me niego a cada caricia...
Si no contesto a tus llamadas...
Si niego a un saludo tuyo...
Si soslayo tus miradas...
Si respondo con un no a tus propuestas...
Si te dejo de buscar....
Si me escondo de tu presencia...
Si dejo de soñar con nuestras manos abrazadas...
Si me convierto en prohibición…
Si no respondo a tu sonrisa...
Si dejo de decirte te amo...
¿Enloquecerás como yo en este momento?

Quisiera ser esencia
Quisiera ser energía
Quisiera ser locura y besos
Quisiera ser un fragmento

… de ti
lunes, 13 de diciembre de 2010

Juventud perdida

Tengo miedo
¿en mil pedazos estallaré?
que esté sucediendo de hace siglos
que hoy me lleves sin recuerdos, sin ilusiones .

Sueños limitados,
vivir en un solo segundo
llorarán y mientras
tocaré los rostros con mis lágrimas.

Qué odias de este lugar
te irás sin ver crecer los árboles.
Cómo dejar de pensar y
poder besar ese vuelo.

Tengo miedo
sueños rotos, ilusiones olvidados
de gritar por un dolor
más allá de lo físico, ser ciego.

Acaricio la piel, mi piel
durante siglos, ante los espejos
Acaricio con miedo, no te alejes
observo cada momento, lo atrapo en mis manos.

¿Quedaré sin esperanzas,
simplemente flotaré en la nada?
Déjame seguir creando
no te desvanezcas en mis brazos.

(...)

domingo, 5 de diciembre de 2010

Soy yo y mis circunstancias; eres tú

y tu manual de las buenas costumbre.