Mis manos son pequeñas,
 pero sé que crecerán cuando 
las manos de la humanidad se unan a las mías

Eras un anciano

Viniste en una noche helada, cuando los ojos no obedecían
Cuando la mente viaja a lugares desconocido...
El Mapocho era oscuro y turbulento, lejos de esta realidad
Y tus manos de arena me acariciaron, tus manos más rocosas que las que algún día acaricié
El Mapocho seguía rugiendo, y tú  me hablabas de canto y yo soñaba que cantaba... canté con una guitarra con cuerdas de oro y pinzas que regulaban la vibración que mata dolor.
Eras un anciano, eras tú con miles de años... eran tus manos suave tocándolas una vez más... Estás feliz y yo canto para ti

Volver a nacer sin conocer a nadie y descubrir lo maravilloso que hay dentro de mí...

Cómo alejarme de todo si lo que más anhelo es estar cerca
estar cerca... de mí sobre el mar.

Lejos

Tal vez lo sabes, tal vez lo sientes

como si de las manos se fueran las aguas

como si el brillo de las miradas no bastara

como si la esperanza solo fuera esperanza

Ellos se han transformado lejos de mí

donde mis manos no los alcanza

donde mi voz es solo el viento en la mañana

donde mis vibraciones no tocan sus bellos cuerpos 

Nuevamente aquí, en el lugar donde gané donde perdí

qué hacer para creer una vez más 

que debo vivir por ti, para ti, por mí
Soy un ser diminuto en esta gran ciudad
antes con una sola mano, envolvía toda la humanidad

Desear sería inaceptable

desear solo es  estar

desear es querer escapar del desierto

de las escamas en los brazos, en el pecho

Sé que volveré y mis caricias serán salud

porque eso es lo que siempre creí, dar y soñar por ti